Durante estos días de Carnaval he disfrutado de unas agradables vacaciones junto al mar y he aprovechado para leer!!! Aunque parezca mentira la época de exámenes me aísla totalmente y no tengo tiempo para leer un buen libro.
Estos son los que he leído y os recomiendo.
El Castillo Blanco

El Castillo Blanco cuenta la maravillosa historia de dos hombres, un turco y un veneciano, cuyas vidas se entrecruzan. El primero es un joven científico italiano que, cuando viajaba de su Venecia natal a Nápoles, es capturado por unos piratas. Transportado a Turquía, es vendido como esclavo a un sabio turco que, deseoso de conocer los avances de Occidente, queda cautivado por los conocimientos de su nueva adquisición.
Pamuk utiliza una estructura narrativa propia de la novela occidental, pero no pierde los caracteres tradicionales de la escritura oriental. El ambiente místico, mágico, lleno de leyendas con el que está entretejida la obra no escapa al escrutinio del lector, que capta pronto el estilo y el talento de un escritor criado en Oriente.
No es país para viejos
Antes de dar el salto hacia el futuro posapocalíptico en La carretera (2007), el escritor norteamericano Cormac McCarthy (Rhode Island, 1933) publicó la novela No es país para viejos (2005), un relato policial ambientado en la frontera entre México y Estados Unidos. Es la historia de Llewelyn Moss, un veterano de la guerra de Vietnam que encuentra, en el escenario de una sangrienta matanza en pleno desierto, un maletín con varios millones de dólares y decide quedárselos. Pronto estarán tras él y ese dinero un misterioso sicario, Anton Chigurh, y el veterano sheriff Tom Bell, además de narcotraficantes y otros delincuentes, en una violenta y salvaje persecución.
Como en casi toda la obra de McCarthy, el tema aquí es el límite entre el bien y el mal, y la tendencia natural del hombre hacia este último. El mal puro está representado por Chigurh (Javier Bardem obtuvo un Oscar por personificarlo en la reciente película de los Coen), un asesino implacable que advierte a Moss que lo matará tarde o temprano, aunque devuelva el dinero. En el otro extremo está Bell, quien no puede entender esa ola de violencia y opta por jubilarse. En medio de ellos, Moss es un hombre normal, duro pero correcto, a quien el interés por el dinero y la lucha por sobrevivir van envileciendo.
A pesar de las acciones violentas y de ritmo acelerado, se puede notar en el relato una sólida estructura que permite desarrollar los temas con orden y simetría. También están presentes las descripciones barrocas, que contrastan con los diálogos breves y precisos (en los que no se usan guiones o comillas), dos de las marcas que caracterizan a esta narrativa. Pero casi tan importantes como la trama son los monólogos de Bell, que ocupan un par de páginas al inicio de cada uno de los trece capítulos. El sheriff reflexiona en ellos sobre la actual decadencia moral de la sociedad norteamericana.
Cormac McCarthy, escribió la obra que le catapultó a la fama, La carretera (2007). Yo tengo pendiente leer el libro, pero sí tuve la oportunidad de ver la película en versión original, subtitulada en castellano. Para mí es la mejor película que he visto. Es un reflejo de lo que el ser humano puede hacer en una situación extrema, un hasta dónde podemos llegar, sin duda es la balanza del bien y del mal, algo que también se da en No es país para viejos.
Trailer de La Carretera
Como en casi toda la obra de McCarthy, el tema aquí es el límite entre el bien y el mal, y la tendencia natural del hombre hacia este último. El mal puro está representado por Chigurh (Javier Bardem obtuvo un Oscar por personificarlo en la reciente película de los Coen), un asesino implacable que advierte a Moss que lo matará tarde o temprano, aunque devuelva el dinero. En el otro extremo está Bell, quien no puede entender esa ola de violencia y opta por jubilarse. En medio de ellos, Moss es un hombre normal, duro pero correcto, a quien el interés por el dinero y la lucha por sobrevivir van envileciendo.
A pesar de las acciones violentas y de ritmo acelerado, se puede notar en el relato una sólida estructura que permite desarrollar los temas con orden y simetría. También están presentes las descripciones barrocas, que contrastan con los diálogos breves y precisos (en los que no se usan guiones o comillas), dos de las marcas que caracterizan a esta narrativa. Pero casi tan importantes como la trama son los monólogos de Bell, que ocupan un par de páginas al inicio de cada uno de los trece capítulos. El sheriff reflexiona en ellos sobre la actual decadencia moral de la sociedad norteamericana.
No he visto la película, pero al ver el trailer puedo decir que está muy conseguido el ambiente del libro, aunque me imaginaba diferentes a algunos personajes.
Cormac McCarthy, escribió la obra que le catapultó a la fama, La carretera (2007). Yo tengo pendiente leer el libro, pero sí tuve la oportunidad de ver la película en versión original, subtitulada en castellano. Para mí es la mejor película que he visto. Es un reflejo de lo que el ser humano puede hacer en una situación extrema, un hasta dónde podemos llegar, sin duda es la balanza del bien y del mal, algo que también se da en No es país para viejos.
Trailer de La Carretera
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